HISTORIA DE JACQUES DEMOLAY

Nació en Francia

Jacques Bernard de Molay nació en Borgoña entre 1245 y 1250 (aunque hay ciertas versiones que especifican que fue en el año 1243 y otros en el 1244, en la ciudad de Vitrey, departamento de Haute Sâone), hijo de Juan, Señor de Lonvy, heredero de Mathe y Señor de Rahon, gran población cerca de Dôle, de la cual dependían muchas otras, pero principalmente Molay, y esta a su vez, era una parroquia de la Diócesis de Besançon, en el Deanato de Nenblans.

Caballeros Templarios

Los Caballeros Templarios fueron miembros de una Orden aprobada por la Iglesia Católica Romana, en 1128, que tenía la misión de resguardar el camino entre Jerusalén y Acre, una importante ciudad portuaria en el Mar Mediterráneo. La orden de los Caballeros Templarios participó en las cruzadas, dando ejemplo de valor y heroísmo. 

Muchos nobles y príncipes mandaron a sus hijos a la Orden de los Caballeros Templarios. Al paso del tiempo vino a ser la orden que llegó a ser la mas rica y popular de toda Europa. 

Fue nombrado Gran Maestro

En 1248 Jaques DeMolay fue nombrado Gran Maestro de los Caballeros Templarios, una posición de gran poder y prestigio. 

Como Gran Maestro, por lo tanto, Jaques DeMolay estaba también en una posición muy difícil. Los Caballeros Templarios y los Hospitalarios (otra orden de caballeros) fueron los únicos grupos que se quedaron para combatir a los Sarracenos. 

Los caballeros Templarios decidieron reorganizar y reunir sus fuerzas. Viajaron a la isla de Chipre, esperando el apoyo público para organizar otra cruzada. 

En vez del apoyo público, los caballeros atrajeron la atención de señores poderosos , quienes tenían interés en obtener su riqueza y poder. En 1305, Felipe el Hermoso Rey de Francia Montó una maquinaria de intrigas para obtener el control de las riquezas materiales y bienes de los Caballeros Templarios. Ellos solo se apoyan en su fe. Para controlar la Iglesia y para incrementar su propia riqueza, Felipe capturó a los Caballeros. 

Empiezan las persecuciones

En el año de 1307 empezaron las persecuciones a los caballeros del Temple. Jaques DeMolay, con otros cientos de los suyos fueron confinados en prisiones, durante 7 años , DeMolay y sus caballeros sufrieron torturas y tratos inhumanos. 

Como no cedían, Felipe IV “el Hermoso” forzó al Papa Clemente V a condenar a los Templarios. Sus riquezas y propiedades fueron confiscadas y entregadas a los cortesanos de Felipe. 

Durante sus años de tortura , Jaques DeMolay continuó siendo leal a sus camaradas y amigos. 

Se rehusó a entregar los emblemas, papeles de la Orden y a traicionar a sus camaradas. El 18 de Marzo de 1314, DeMolay fue llevado a una corte especial . Como evidencia, la corte dependía solo de una confesión forzada, que habían obligado a firmar al Gran Maestro. 

Su muerte

Jaques DeMolay, desconoció su anterior confesión forzada pero bajo las leyes de su época el desconocer una confesión era castigada con la muerte y por ello en 1314 fue quemado vivo en la hoguera frente a la Catedral de Notre Dame, donde nuevamente volvió a retractarse, en forma pública, de cuantas acusaciones se había visto obligado a admitir, proclamando la inocencia de la Orden y, según la leyenda, maldiciendo a los culpables de la conspiración:

“Dios sabe quién se equivoca y ha pecado y la desgracia se abatirá pronto sobre aquellos que nos han condenado sin razón. Dios vengará nuestra muerte. Señor, sabed que, en verdad, todos aquellos que nos son contrarios, por nosotros van a sufrir Clemente, y tú también Felipe, traidores a la palabra dada, ¡os emplazo a los dos ante el Tribunal de Dios!… A ti, Clemente, antes de cuarenta días, y a ti, Felipe, dentro de este año…”

En el plazo de un año, dicha supuesta maldición se cumplió; primero con la muerte de Clemente V, quien falleció el 20 de abril de 1314, luego con el fallecimiento de Felipe IV (que según Maurice Druon murió a causa de un accidente durante una partida de caza el 29 de noviembre de 1314) y finalmente con la muerte de Guillermo de Nogaret, quien fue envenenado ese mismo año.